miércoles, 3 de noviembre de 2010

Parsimonioso Triar

En silencio observo mi propia existencia expirar.
Sorpréndeme una vez mas, sorpréndeme antes de partir.
Día a día, minuto a minuto la respiración se ataja y los tentadores reptiles crecientes comienzan a engendrar el horrendo aislamiento.
Sonrio.
Sonrio por que es inevitable, sonrio por que he trazado este camino para peregrinarlo descalzo. Sonrio al asaltar mi propio altar para otorgar todo su contenido a las bizarras banalidades personales que me corroen.
Desacato divino, privación de la cordura, trastorno de los sentidos… es ahora o nunca el momento de infectar y diezmar a las hordas manchadas de negro.
No mires atrás. No mires nuestro hogar que arde en llamas.
Seré yo quien sumerja toda fantasía y esperanza en el sempiterno océano oscuro de incertidumbre…
Seré yo quien acierte al tropezar con un nuevo hogar que incendiar…

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