jueves, 11 de noviembre de 2010

Camaleón

Tuve que ejercitar mi sonrisa hipócrita para satisfacer silenciosamente las ideas que no aplaudo tan solo para merecer mi estadía en este acertijo llamado vida.
Tuve que aprender a mirar directo a los ojos pérfidos del embustero para lograr imitar su contemplación frívola y penetrar en su mente antes de que penetrara en la mía.
Me vi en la necesidad de imitar el vestuario ovejuno para pretender, para engañar y enredar. Me vi en la necesidad de pregonar que me importa todo aquello que creo obsoleto con la firme intención de lograr aproximarme un poco más al corazón de la tormenta implacable llamada humanidad.
Consideré estrechar la mano de aquellos que con la misma sostienen la daga que penetra mi espalda por las noches buscando comprender y aprender a jugar el mismo juego de vez en cuando.
En este tablero repleto de personajes camaleónicos no se puede entrar con un corazón pues tendrías la derrota asegurada antes de comenzar. Es necesario saber utilizar el camuflaje, es necesario permanecer quieto, lejano… O preferentemente oculto para no mostrar tú presencia ante los impuros y así saber cuando asestar el último golpe venenoso a aquel que lo estuvo buscando inconscientemente.
Indumentaria reptiloide usaras para atravesar la nebulosa tempestad repleta de prejuicios y horror.
Indumentaria reptiloide usaras para pasar desapercibido en el tablero de juego sin jamás olvidar en realidad la propia identidad. Refleja sin ser reflejado camaleón, refleja sin ser reflejado jugador…
Solo así la brecha podrá ser atravesada, solo así lograras llegar a casa sin ensuciar tu alma.
Aprende a jugar sin tomar algo enserio… Camaleón.
Aprende a jugar sin creer en la charada.
No existe mundo virtual duradero, no existe un mundo “real” que sea eterno.

No hay comentarios: