miércoles, 3 de noviembre de 2010

Afelio

Me pregunto si alguna vez alguien más sintió lo que yo ahora siento. Me pregunto si alguien más estuvo en este sitio antes. Todo tiene un aspecto tan extraño… Como si en tiempos inmemorables la inteligencia de aquellos momentos hubiera edificado una metrópoli tan avanzada solo para dejarla olvidada. ¿Que caso tiene hacer eso? Rodeado de edificios ancestrales con curiosos detalles que aparentemente engendraron el actual concepto “futurista” me eh quedado perplejo. Toda una ciudad abandonada, nadie, realmente nadie mora aquí. Pero lo más importante es: ¿Qué diablos hago aquí? Y ¿Cómo llegue? Esto no se parece a nada que yo halla visto antes. Apenas puedo describirlo con mi anticuado léxico e intelecto restringido. Me limito a caminar tan solo entre colosales estructuras construidas con un material mas solido que el granito. ¿Qué como se que es mas solido que el granito? Bien, no tengo idea, pero es la clase de comparación que alguien suele hacer cuando se percata que algo es realmente solido ¿no es así? Clichés diría yo, me permitiré uno de vez en cuando.
Eh llegado a un punto en el cual no existe retorno. Solo puedo charlar conmigo mismo y eso siempre me pareció extremadamente enfermo pero ahora, no tengo alternativa debo admitir.
Eh morado dentro de esta ciudadela durante tiempo indefinido. Habré de alucinar pero ¿Que otra opción tengo?
La única idea que llama mi entera atención es la que me impulsa a documentar todo. Absolutamente todo. Con redundancias, faltas de ortografía y dos o tres violaciones textuales mas.
Algo aquí me esta drenando, puedo sentirlo mas no verlo. Creo que con sentirlo es suficiente ¿no? Eso me recuerda a una frase que decía: “La realidad no puede ser percibida por lo sentidos” cosa que me espanto por que por obvias razones no lograba (y… Para ser franco aun no logro) entender. Oh pero que diablos, alguna energía vampírica me aborda, puedo estar seguro. No necesito tener algo o alguien sobre mí para saber que me están drenando. Me siento débil, tan débil. Apenas puedo con esta tarea.
Eh llegado a una calle anchurosa, supongo que es la principal. No tengo idea de cómo lo se, solo me dejo llevar por la apariencia y la calidad visual que ofrecen los establecimientos que ahí se encuentran. Los edificios mas sofisticados en cualquier sentido se localizan justo aquí. Estructuras aerodinámicas resplandecientes. Pareciera que están construidos con espejos gigantescos tan solo, pero no es así. El uso de esta clase de piedra tan extraña que simula el cuerpo de un espejo predomina generalmente en los edificios mas ostentosos y en aquellos cuya base es invisible o… ¿Realmente están flotando? Quien sea el dichoso patán que logre dañar aunque sea un poco la fachada reflejante de estos descomunales edificios será acreedor de mi eterno asombro. Lo digo por que ya lo intente y no conseguí hacerle un solo rasguño. ¿Qué por que lo hice? Vamos… lo haría cualquiera tan aburrido, confundido y retorcido como yo al carecer de supervisión… No, no logre nada. Ningún edificio esta asegurado. El paso es libre (al menos a los edificios terrenales si) pero no hay nada dentro. Nada en el interior de los edificios, nada, nada, nada… son solo gigantescos cascarones abandonados, relucientes pero abandonados. No tengo idea del propósito con el cual todo esto fue cimentado, todo esto debió tener un motivo, si, cualquiera lo sabría…
A veces llego a imaginar que la urbe jamás se ocupo, llego a imaginar que aun no es la hora en la cual cobrara vida. Llego a imaginar que aquellos seres que levantaron del polvo esta gran metrópoli aun esperan el momento adecuado para llegar a casa, pero… Son solo patrañas que un desquiciado inventa al esperar un final más fantástico que la fría obviedad del momento. ¿Cómo diablos llegue? Ah, no parare de preguntarlo una y otra vez. Si tan solo alguien pudiera contestarme, alguien… No, yo no cuento (¿Por que no?) Bueno, por que no… (Tan solo un poco, tendrás que conformarte con esto, lo sabes… ¿durante cuanto tiempo? Ni yo lo se… pero créeme, me siento menos gustoso que tu.)
Las puertas que permiten el acceso a cada edificación se abren y cierran por si mismas. Se que no es la gran cosa pero aquí viene lo divertido o curioso. El secreto es que aquí no es igual que en los supermercados o plazas comerciales a las cuales estaba acostumbrado. Descubrí que tengo que imaginar, pensar en ello. Sentir que las puertas se abren solo para mí, de lo contrario solo estrellaría mi rostro una vez más sobre el frio material con el que están hechas.
Pudo ser un científico, un arqueólogo, un… lo que sea que sepa estructurar enunciados con mas clase o diagnosticar eficientemente cualquier situación debido a sus grandes estudios costosos. Pero no, tenia que ser yo. Yo.
Estoy cansado de edificios enormes y vacios, flotantes o con diseños extravagantes que jamás imagine ni creí posibles. Estoy cansado de este cielo gris y la ausencia del viento, es la capital espectral que jamás soñé. Estoy batido por mi propia voz. Mis pensamientos incansables que no me llevan a ningún lado. Solo preguntan, preguntan, ¡preguntan!
Al caminar durante largo tiempo de modo pusilánime llegue hasta lo que parece ser una plaza. Una plaza desolada en cuyo centro sobresalía una enorme pirámide blanca tan lisa que mi propia mirada se escurría al no poder contemplar un punto fijo. Alrededor de la pirámide se encontraba un enorme círculo escarbado en el piso. Si no me equivoco este fue cubierto o más bien, rellenado con el mismo material níveo y pulcro del cual esta conformada la pirámide. Según mi imaginación tuvo que ser liquido antes de llegar a su actual etapa solida y radiante. Jamás había visto un material semejante. Alrededor del círculo simulan “orbitar” otros tres círculos pequeños escarbados para recibir el mismo acabado con mismo material que la figura anterior. En el interior de cada círculo se puede apreciar un símbolo único. No seria extraño el mencionar que jamás había visto tales inscripciones antes. Me pregunto como se vera esto si se contempla desde una perspectiva aérea y si, también me pregunto que significado alberga esta figura compuesta. Seria muy estúpido si creyera que es meramente decorativo, ¿cierto?
No hay arboles aquí, no hay vegetación en lo absoluto… Cuando digo que no hay vida, hablo en serio. La atmosfera grisácea contribuye seriamente a sumergirme en un estado nada placentero. La diferencia entre este sitio y la muerte es que aquí jamás hubo vida, siempre “fue”. Por lo tanto considero un error garrafal llamar a este yermo paraje un lugar muerto. Mas bien, perdido en el espacio, en el tiempo, esperando. Siento a la semilla que será depositada con cuidado en el futuro tan lejos, durmiendo en lo profundo del universo.
Mientras tanto, algo que no puedo ver sigue ahí succionando con fuerza. ¿Cómo? No tengo idea pero no puedo estar tan loco aun, se que esta ahí… si, “ahí”. Jamás fui paranoico o esquizofrénico, lo juro pero es que este sitio descompone a cualquiera, estoy seguro. Si tan solo tuviera la oportunidad de tomar alguna fotografía no lo pensaría dos veces y la anexaría a este documento para que en caso de que logre regresar a casa pueda revelar este extraño hallazgo con el resto de mortales ignorantes. Si, ignorantes por que estoy convencido de que estoy en un sitio más allá de la inteligencia humana. Es por eso que no puedo decir con claridad en donde estoy, como llegue y que es todo esto, nadie lo imagino para mí antes, nadie me lo explico antes…
Deseo dejar de escribir como una victima pero es que ¿existe algún otro estado posible para mi? Como no sentirme participe de una broma cruel en la que yo soy el peón. Bien, sigo el camino, no queda otra opción me temo. Mientras me siento observado.
Encontré otras dos plazas similares a la primera, en estas existían pirámides del mismo tamaño en cuyo alrededor habían inscripciones únicas también contenidas por formas circulares. Estoy seguro que las horas pasaron y no logre percibir cambio alguno en mí alrededor. No alcanzo a ver algún sol, algún satélite, algún cuerpo prominente orbitando en la bóveda cenicienta. Solo tenues destellos desesperados de luz queriendo escapar de una prisión oscura que opaca el firmamento de modo implacable.
No es día, no es noche. ¿Que es esto? Un eterno estado nublado que no engendra esperanza al parecer.
Estoy entre el día que aun no decide nacer y la noche que aun no decide morir.
No, aun no estoy tan mal como para llegar a esos límites, aun no estoy listo para abandonar la esperanza. Sigo investigando, sigo husmeando, sigo creyendo.
No tengo idea de cómo llevar a cabo mis registros, mi bitácora. De cómo organizar mis ideas y hacer esto más entendible, al menos para mí. Si leyera esto con calma en otro tiempo y espacio tal vez no lograría entender ni una simple idea de todo este delirio que intento explicar.
Eh llegado a lo que parece ser la periferia de la metrópoli, puedo ver el horizonte despejado. Lo ultimo que brota de los suelos de esta metrópoli es un sector repleto de capsulas enormes que podrían servir como refugio o como contenedores de… “que se yo”. Lentamente me aproximo para lograr notar que no tienen ni el más ligero velo de polvo cubriéndoles. También puedo notar que había algo escrito en cada uno de los contenedores azulados con forma semiesférica. Pueden ser palabras, nombres, fechas… No tengo idea, pero tan pronto tenga algún modo de reproducir los dibujos los adjuntare al archivo.
Ahora me retiro un poco dando siete extensos pasos hacia atrás para contemplar mejor la escena. Atrás de mí están los monstruosos edificios atemporales. Enfrente de mi se encuentran siete hileras con siete capsulas cada una. Las capsulas curiosamente están a una distancia de siete pasos entre si. Al abrirme paso entre las capsulas note que todas eran idénticas excepto una. La cuarta capsula de la cuarta hilera conserva un rojizo destello espectral. Parece estar construida con un material sublime, desde luego, designada para alguien o algo semejante estoy seguro.
La entrada esta compuesta por dos hojas o puertas tan solidas como el resto del caparazón. Intente abrirlas valiéndome de mis pensamientos como en veces anteriores pero esta vez fue inútil. Cuarenta y nueve capsulas. Pude abrir cuarenta y ocho pero solo me interesaba la unica que no lograba abrir, aquella con un símbolo diferente encriptado en el interior de un disco que se encontraba bien fijado en el marco superior de las puertas.
Llega a mi mente la imagen de las plazas que visite con anterioridad y recordé que había símbolos grabados en el interior de los círculos que orbitaban según el dibujo en el suelo al rededor de la pirámide.
Son tres pirámides, tres círculos mayores y nueve códigos o símbolos contenidos por círculos más pequeños. ¿Todo eso podría tener relación alguna con los contenedores o solo busco pretextos para creer que esto podría ser interesante? No tengo idea sinceramente y me parece muy pronto el hacer conjeturas.
Mientras tanto… Recuerdo lo que se sentía tener una vida ordinaria en un mundo ordinario.

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