viernes, 10 de diciembre de 2010

La revolución no es fuego contra fuego. Entonces… ¿Qué es?

Y el mundo cambia cuando alguien se atreve a pensar.
Es interesante conocer personas que a pesar de las muchas o pocas experiencias vividas dentro del campo político, social y de cualquier otra naturaleza que conlleve a un acercamiento empático (se supone que así debe ser…) con la gente, están dispuestas a cambiar el entorno nauseabundo en el cual viven.
Creo que todos tenemos un montón de sueños. Algunos guajiros, otros inspiradores, tan profundos como solemnes.
Creo que todos tenemos un motivo que nos recuerda el por qué estamos aquí, sea cual sea este. Sin embargo, algo curioso está sucediendo y poco a poco va ganando terreno en el campo de nuestras vidas lo notemos o no.
¿A que voy con todo esto?
No es divertido acostumbrarse a la mierda, no es placentero desarrollar ojos en la nuca, en la espalda… Incluso en la nuca y espalda de otros, jodida paranoia.
Alguna vez Einstein dijo (no lo citare textualmente, solo el extracto primordial de la idea) una frase tan buena como certera.
“El problema de el mundo no es la gente mala. Es la gente indiferente que no hace nada al respecto”
¿Qué significa todo esto que escribo? Vamos, no se requiere un doctorado en Hardvard o un intelecto prominente, cualquier individuo con un ligero sentido analítico agudo puede detectar la idea plasmada en todo esto.
Sin compasión, el tiempo pasa. Toda la porquería que vemos día con día tiene solución, todas las injusticias que nos perjudican y se vuelven parte de la cotidianidad desaparecerían si existe una opinión sustentable, sensata y valiente que se atreva a encararles.
Dejemos el canibalismo para los primitivos. Me parece más sabio aprender a lavar una mano con la otra que utilizar ambas para sostener puñales que jamás podre soltar, ni para rascar mi propia comezón.
Al igual que muchos de ustedes, tengo ganas de algo diferente.
Al igual que muchos de ustedes mi imaginación me permite estructurar y creer en un mundo mejor. Esta simple idea aun es rechazada por algunos cuantos pseudo-realistas, pero si a realismo vamos entendemos que todo aquello que llamamos realidad tiene una composición basada en ideas tan solo, meros conceptos que con el tiempo pueden cambiar para bien o para mal. Siendo realistas… entendemos que todo está en nuestras manos.
Creo que todos tenemos un montón de sueños. Algunos guajiros, otros inspiradores, tan profundos como solemnes.
Pero para continuar el desarrollo de nuestros sueños, debe haber un terreno en el cual podamos proyectarlos por ende.
Me parece sensato tomar un respiro, mirar y agradecer al entorno que nos sustento y nos vio crecer. Me parece oportuno analizar los cambios que este ha experimentado en el transcurso de nuestras vidas para lograr detectar el daño severo y repararlo lo antes posible. Es Ahora o nunca.
Aun somos algunos cuantos los que buscan una solución pero recuerdo lo que una vez un “compa” me dijo. No es la gran mamada el proverbio pero sigue siendo algo que todo el mundo aparentemente sabe.
“de poco en poco se arma el montón”

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